Bienvenidos

"Todo es Historia" es un nuevo blog para conocer a fondo los grandes hechos históricos y las biografias más relevantes de personajes que han marcado la historia.


"La historia hace a los hombres sabios; la poesía, ingeniosos; las matemáticas, sutiles; la filosofia natural, profundos; la moral, graves; la lógica y la retórica, hábiles para la lucha." Francis Bacon

jueves, 22 de abril de 2010

Tupac Amuru, el primer revolucionario indígena.

(José Gabriel Condorcanqui o Quivicanqui). Revolucionario peruano, descendiente de los incas (Surimaná, 1741 - Cuzco, 1781). Era el cacique de Surimaná, Tungasuca y Pampamarca, bisnieto de Juana Pilco-Huaco, la hija del último soberano inca, Túpac Amaru I (ejecutado por los españoles en 1572).

Se educó con los jesuitas de Cuzco e hizo fortuna en negocios de transporte, minería y tierras. Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar una rebelión contra las autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares) estalló por el descontento de la población contra los tributos y prestaciones obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas, obrajes, repartimientos, servicios…) y contra los abusos de los corregidores. Comenzó con la ejecución del corregidor de Tinta, sin que al parecer existiera un plan premeditado de insurrección.

Condorcanqui adoptó el nombre de su ancestro (Túpac Amaru) como símbolo de rebeldía contra los colonizadores, se presentó como restaurador y legítimo heredero de la dinastía inca, y envió emisarios para extender la rebelión por todo el Perú. No obstante, su rebeldía se dirigía contra las autoridades españolas locales, manteniendo la ficción de lealtad al rey Carlos III.

El primer destacamento enviado a reprimir la rebelión fue derrotado por Túpac Amaru en 1780. Se dirigió entonces hacia Cuzco, pero fue rechazado por los españoles en las inmediaciones de la antigua capital.


Entretanto, el virrey Agustín de Jáuregui mandó contra él un ejército de 17.000 hombres, al tiempo que desalentaba la rebeldía haciendo concesiones a los indios (como crear en la Audiencia una sala especial para atender sus quejas o limitar los poderes de los corregidores). Túpac Amaru fue vencido en la batalla de Checacupe (1781), entregado por algunos de los suyos a los españoles, y trasladado por éstos a Cuzco, donde le juzgaron y ejecutaron.

La gravedad de la amenaza que esta rebelión había representado para el imperio español en América se tradujo en la crueldad del virrey, que descuartizó a Túpac Amaru y envió cada parte de su cuerpo a un pueblo de la zona rebelde para dar a la ejecución un valor ejemplarizante y sofocar la rebelión (que continuó algún tiempo más, encabezada por un primo y un sobrino de Túpac Amaru).

Fuente:www.biografiasyvidas.com

domingo, 28 de marzo de 2010

Ricardo Corazón de León

Nació un 8 de Septiembre del 1157 en Oxford, a orillas del río Támesis. Sería considerado por muchos el símbolo vivo de las historias de caballería, del héroe romántico que lucha por la justicia de manera implacable y brutal. Tercer hijo del Rey Enrique II y de Leonor de Aquitania, noble francesa.

Según se dice, fue llevado por su madre desde muy temprana edad a Francia, de donde ella era proveniente. Ahí fue criado y creció, hasta que a la edad de 16 años en 1173-74 y 1189-89 se rebeló contra su padre, apoyado por Felipe II de Francia.

Al morir su padre Enrique II, y sus hermanos mayores, Ricardo se corona legítimo Rey de Inglaterra. Luego de esto se casó con Berenguela de Navarra. Por estos tiempos el papa Inocencio II se hallaba organizando lo que sería la 3ª cruzada, donde planeaba juntar a los Reyes más poderosos de aquél tiempo: Federico Barba Roja de Alemania, Felipe Augusto de Francia (Felipe II) y el Rey Ricardo de Inglaterra (posteriormente apodado "corazón de león"); con el objetivo principal de recuperar Jerusalén. Ricardo viendo esto como una oportunidad de ampliar su dominio del mediterráneo se aprestó a cumplir con esa tarea. Ricardo era un personaje aventurero e intrépido; cuando ocupó el trono se encargó de vender tierras y joyas con el objeto de juntar recursos económicos para financiar la 3ª cruzada, que es donde verdaderamente él quería estar.

La 3ª cruzada dio inicio, aunque no sin contratiempos: El Rey de Alemania Federico Barba Roja murió ahogado en el camino, y la mayor parte de su ejército se dispersó y no llegó a ver Jerusalén. Esto supuso un duro golpe a la campaña no sin contar los roces que tenía Ricardo con importantes figuras como el mismísimo Rey de Francia Felipe II y el duque Leopoldo de Austria. Roces que tuvieron origen debido al gran liderazgo que inspiraba Ricardo, que era llamado Comandante Supremo de las fuerzas cristianas, y la verdad es que así parecía puesto que su personalidad irradiaba tal fuerza que no había cristiano alguno dentro del ejército que no se sintiera fuertemente inspirado por él.

Juntos Ricardo y Felipe II, consiguieron tomar Messina y Chipre en 1190 y Acre en 1191, donde tuvo lugar la disputa con Leopoldo a causa de quién colocaba su estandarte en la torre más alta, disputa que desembocó en Ricardo pisoteando el estandarte de Leopoldo. Cara le costaría la ofensa. Luego de esto Felipe II, partió llevándose casi todo su ejército poniendo como pretexto una supuesta enfermedad. Cuando éste regresó a Francia colaboró con Juan "sin tierra", hermano de Ricardo, en una conspiración para ocupar el trono.

En ese mismo año, tuvo lugar la batalla de Arsuf, donde Ricardo obtuvo una aplastante victoria en inferioridad numérica contra el ejército del poderoso Saladín, Rey de Siria, Egipto y Palestina, que era quién dirigía a las fuerzas árabes, la cual engrandeció el prestigio de Ricardo y la fe de los cruzados. En esta batalla, se destacaron el liderazgo que ofrecía un rey peleando ferozmente en primera fila junto a sus soldados, un fuerte sentido estratégico y una disciplina impulsada por el fervor religioso. Se dice que los ejércitos de Saladin le temían como si se tratara del mismísimo diablo que venía por ellos, al ser testigos de la furia de sus golpes y la masacre que dejaba a su paso.

Sin embargo, la 3ª cruzada no pudo reconquistar Jerusalén y ya que la conspiración de Juan "sin tierra" llegó a oídos de Ricardo y tenía que regresar a Inglaterra, éste decidió firmar un pacto donde se acordaba que Acre se conservaría en manos cristianas y Jerusalén seguiría en manos de los Árabes, pero los cristianos podrían visitar los santos lugares, y serían respetados.

En su viaje de regreso Ricardo fue capturado y tomado como prisionero por el duque Leopoldo de Austria. Estuvo preso cerca de 1 año hasta que un amigo suyo de la corte lo encontró teniendo que buscar por toda Europa. A inicios del 1193 Ricardo fue cedido al emperador Enrique VI de Alemania, quién lo mantuvo bajo custodia hasta que fue pagado un rescate de 100,000 Marcos por parte de su hermano Juan "sin tierra", el cual fue obligado a hacerlo por su madre. Juan huyó a la corte francesa.

Luego de que Ricardo fue coronado nuevamente en Winchester en el año 1194, decidió seguir en acción e ir a recuperar las tierras inglesas que le habían sido arrebatadas por Felipe II durante su ausencia. En uno de estas nuevas aventuras, al sitiar la fortaleza de Château-Gaillard los defensores, le ofrecieron el castillo pidiéndole únicamente que les respetara la vida y no los torturara, a lo que el Rey Ricardo, se negó tajantemente en una impredecible e inverosímil actitud diciendo que mataría a todos y cada uno de los defensores. Tras estos hechos, en un descuido, una flecha le dio en el hombro izquierdo, cerca del cuello, a lo que Ricardo hizo poco caso, como si se tratase de una herida cualquiera, suprimiendo cualquier grito o expresión de dolor. Sin embargo el daño fue peor de lo esperado y a los diez días moriría a causa de esa flecha, perdonando al ballestero que la disparo, y reinstalando en el trono a su hermano Juan. Era así como acababa una de las grandes leyendas de las cruzadas, a los 42 años, con un sinfín de historias emocionantes e intensas, un personaje que había de ser amado por muchos y temido como el demonio por otros.

El "misterioso" asesinato de Matteotti

Giacomo Matteotti (Fratta Polesine, provincia de Rovigo, 22 de mayo de 1885Roma, 11 de junio de 1924) fue un político socialista italiano.

Nacido en una familia adinerada, Matteotti se licenció en Derecho en la Universidad de Bolonia, donde entró en contacto con el movimiento socialista, en el cual se convirtió pronto en una figura destacada. Durante la Primera Guerra Mundial sostuvo la necesidad de mantener la neutralidad de Italia, lo que le costó su encarcelamiento en Sicilia.

Apodado «La Tempestad» por su impetuosidad militante, no descuidó su lado más humano, donando gran parte de su salario como diputado a un orfanato de niños.

Matteotti fue el jefe del Partido Socialista Unitario en la Cámara de los Diputados, donde tomó posición contra el fascismo y contra Benito Mussolini, siendo durante un cierto tiempo el portavoz de la reducida oposición parlamentaria al Partido Nacional Fascista.

El 30 de mayo de 1924 Matteotti tomó la palabra en la Cámara para protestar por las elecciones que se habían celebrado el 6 de abril. Mientras de la bancada fascista surgían los gritos y las risotadas, Matteotti lanzaba un histórico discurso en el cual desgranaba una a una todas las ilegalidades y los abusos cometidos por los fascistas al objeto de alcanzar la victoria en las elecciones. Al término del discurso, después de recibir las felicitaciones de sus compañeros, les respondió: «Yo ya he hecho mi discurso. Ahora os toca a vosotros preparar el discurso fúnebre para mi entierro».

Placa conmemorativa en Civitavecchia (RM).

Fue raptado el 10 de junio en Roma, encontrándose su cuerpo en estado de descomposición el 16 de agosto en un bosque a 25 km fuera de la ciudad. Si bien se sabe que fueron sicarios fascistas los que le raptaron y dieron muerte, no se llegó nunca a probar que fuera el mismo Mussolini el que ordenó su muerte, aunque se tiene constancia de que al término del discurso de Matteotti, Mussolini comentó en público ante el jefe de la policía secreta fascista que el que había pronunciado tal discurso no debería «seguir en circulación».

Antes de su muerte Matteotti ya había padecido el trato de las escuadras fascistas, siendo secuestrado y torturado. A pesar de ello nunca acalló su espíritu anti-fascista. Su asesinato se convirtió en una advertencia clara: el gobierno fascista va a ser permanente, y cualquier oposición, por más sutil que sea, será duramente castigada. Como resultado, la mayoría de los integrantes del parlamento Italiano se convirtieron al partido de Mussolini, tanto por voluntad propia, por conveniencia o a la fuerza. Entre las excepciones estuvieron los socialistas, los comunistas y otros partidos de izquierdas.

En su homenaje, las brigadas del Partido Socialista de la Resistencia italiana recibieron el nombre de Brigate Matteotti («Brigadas Matteotti»).

Fuente: wikipedia.