Muchos no saben que Hitler nunca fue electo Führer (líder) por aclamación popular sino a través de la fusión del cargo de canciller y Führer, es decir, los alemanes jamás votaron en mayoría la elección de Hitler como representante de la nación. Sino que los SA, los camisas pardas (una fuerza paramilitar al servicio del partido nazi) poco a poco fueron haciéndose con el control de Alemania a través de violencia en las calles, facilitando la labor de los puestos en la cámara de representantes de violentar a la oposición y finalmente adquirir cada vez más y más poder.
Lo que sí ganó Hitler, fue la posición como Canciller de Alemania, pero faltaba algo para que su triunfo fuera completo: un hecho violento que inclinara la balanza de la opinión pública a su favor y esto fue el incendio del Reichstag. El Reichstag era como la cámara de representantes de la nación o parlamento y aunque no se ha probado nunca, existen teorías (debido al beneficio político de los nazis que de este hecho surgió) de que fue obra del propio Hitler, a través de sus fuerzas armadas, quien incendió el Reichstag (un autoatentado) para echarle la culpa a los comunistas y levantar el miedo en la sociedad para aparecer él mismo como la solución al problema que él mismo habría creado.
Aunque nunca se ha comprobado existe la teoría de que el incendio del Reichstag fue un auto golpe político para sembrar miedo en la gente y así Hitler, poder presentarse a sí mismo como la solución del problema.
Manuel Hernández Cuesta.
La Muerte de Pericles
Investigadores locales descubrieron que la caída de Atenas, tras un largo sitio a la que vió sometida la ciudad por parte del ejercito espartano, se debió en gran parte a una epidemia de fiebre tifoidea, al practicar un análisis del ADN de dientes encontrados en un antiguo cementerio, que mostraron secuencias de la Salmonella enterica serovar Typhi. Un tercio de los atenienses –incluido Pericles, su líder- murieron cuando una peste originada en Etiopía -que se trasladó a Egipto y Libia- llegó a Grecia entre 430-426 a.C. Las muertes cambiaron el balance de poder con los espartanos, por lo que finalizó la época dorada del siglo de Pericles y el dominio ateniense del mundo conocido. Desde este momento Atenas se vió sometida a un régimén tiránico hasta la conquista del rey macedonio Filipo. El conocimiento histórico de la epidemia se debe al historiador griego Tucídides, quien a pesar de enfermarse con la tifoidea, pudo recuperarse. Antes del descubrimiento del ADN tifoideo, los investigadores pensaron –de acuerdo a las descripciones de Tucídides- que podría tratarse de una epidemia de peste bubónica, viruela, ántrax o sarampión.
Manuel Hernández Cuesta.
